L FANTASMA DE LA CALLE DE LOS AFLIGIDOS
PRIMERA PARTE
Una de las tantas tradiciones, extraídas de la chistera mágica de la historia de una ciudad que se niega a morir y vive envuelta en la bruma del embrujo con el susurrar del tiempo.
Eran los albores de los años sesentas y la historia nacía, en el corazón de la ciudad de Lima.
Entre las callejuelas pintorescas, aun estrechas y románticas, como si el tiempo no hubiese llegado nunca y mucho menos pasado.
En aquellos tiempos, la gente solía recogerse a tempranas horas. Los comercios, cerraban sus puertas a las ocho de la noche, por lo que al promediar las diez; difícilmente se podía observar a algún marchante, salvo alguno que otro tunante y veinticutrino, que no ha de faltar en esta basta villa del señor. Si también agregamos a nuestro escenario; la mortecina y pobre iluminación de aquel entonces..............Diríamos que: es el lugar perfecto para abrigar a esta truculenta historia.
No bien habían sonado las once de la noche en la iglesia de Santo Domingo; cuando los vecinos se preparaban a escuchar el retumbar de los pasos dados por el controvertido personaje que los mantenía en constante vigilia.
En la calle de los Afligidos. Una callejuela próxima a la iglesia, que data de las épocas de la conquista española y que carga con una riqueza histórica, que bien podría despertar la envidia de una urbe entera. “Vivía” el personaje de nuestra historia. Se trataba de un hombre de aproximadamente; unos cuarentaicinco años, con aspecto algo trasnochado. Solía vestir unos pantalones de color plomo, camisa blanca, corbata negra y chompa tipo saco del mismo color. Cabellos negros,rasurados a los lados y atrás,peinados bien a la gomina.
Su rostro algo encendido por lo resaltante de su color rojo en las mejillas y en la nariz. Una nariz rectilínea, que hacia juego con sus rescazas cejas y el negro de sus ojos; y una estatura que no sobrepasaba el metro setenta.
En lineas generales, su escasa sonrisa y evasiva miradas, lo hacían mas de allá que de acá. Según cuentan aquellos que por suerte o por desgracia, se habían topado con el.
Todo el misterio, estaba basado en el hecho de que aquel hombre de aspecto algo mortecino y escaso de amabilidad; aparecía siempre a altas horas de la noche e ingresaba en un saguan, perdiendose en el. Lo curioso de todo este asunto es que; nadie lo había visto salir del mismo lugar a ninguna hora ni en algún día en especial.
Los vecinos consternados, solo se limitaban a rezar y las viejas cucufatas; ni se diga: ha rezar mas de lo debido y a exagerar hasta el hartazgo en el ejercicio de la plegaria a diestra y siniestra. (mas siniestra que diestra) .
El fantasma de la calle de los afligidos, escribía día a día su historia en tinta negra y con la pluma de su misterio.
Mas adelante, continuare con este relato y esta historia, que me toco vivir. Bueno........Mas que vivir, respirar......................
Fascinante lo que va del relato. Estare de regreso para la continuación. Residei en Lima por espacio de 5 años. Representaba a mi país como Ministro Consejero de la Embajada. El centro de Lima me lo conozco muy bien, guardo lindos recuerdos de ese país. Te sigo!
ResponderEliminarSawabona!
Soy español, de Madrid, y conozco, creo que muy bien, la encantadora ciudad de Lima, que he visitado en múltiples ocasiones y donde tengo un buen número de amigos.Por ello me interesa mucho este interesante blog que desde ahora le manifiesto que seguiré con toda atanción.
ResponderEliminarGracias Marilyn.
ResponderEliminarEspero no defraudarte. Eres muy gentil y me alegro que hayas quedado satisfecha con tu visita a Lima.
Visite tu blog y verdaderfamente; es muy bueno ahi estare siguiendote.
Me gustaria saber tu nacionalidad.
Gracias una vez mas y te espero siempre por esta tu casa.
Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarQue gusto el saber que tienes buenos amigos en la tres veces coronada ciudad de los Reyes.
Espero que tu estancia en esta parte del camino, se vea retribuida con buenos articulos, que sean de tu entero agrado.
Gracias una ves mas por tu comentario y por tu visita.