NONONE…………………
Para
muchos este nombre, debe sonar a nada o a algo sacado del rico
vocabulario popular, pero ni lo uno ni lo otro. Se trata nada más que
de uno de los personajes más emblemáticos de la Lima de los años
cuarentas y cincuentas. Reinaldo Nonone Vivanco, un moreno originario
de la ciudad Chincha, Cabo de la División Motorizada de la Guardia
Civil del Perú, que era el nombre con el que se conocía a la actual
Policía Nacional del Perú.
Este
personaje “limeño”, hizo un arte de su profesión, al extremo de
convertirse en todo un símbolo dentro de la sociedad capitalina.
Para los limeños era parte de la vida cotidiana, el verlo actuar en
las calles y esquinas gesticulando a brazo batiente para dirigir el
transito vehicular que para aquel entonces gozaba de buena fama, a
comparación de nuestros días en donde solo falta graduarse de
maleante para poder conducir un automóvil.
Espigado
moreno de un metro ochenta aproximadamente y de fina estampa, hacia
gala de un carácter a prueba de histéricos porque por encima de
todo sobresalía su alto sentido de la educación y las buenas
maneras. Era capaz de controlar los peores desbordamientos de la
alteración del orden que no faltan cuando un conductor se exalta por
algún desatino cometido por otro, que decidió obviar las reglas de
transito y dió rienda suelta a su falta de civismo. Para Nonone,
resultaba ser la mejor oportunidad para hacerle recordar de la mejor
manera: cual era la forma de conducirse ante el prójimo y ante al
autoridad. Este cabo con visos de general, solía ser una dama en
cuanto a maneras y cordialidad, pero también un intransigente en el
respeto por la ley, para Nonone no existían privilegios para nadie,
tanto es así que: un día de esos en que se presenta la oportunidad
de hacer ejercicio del deber, este personaje se encontraba en su
quehacer cotidiano, un domingo por la mañana que por costumbre en el
centro de la ciudad de Lima, el transito vehicular era casi
inexistente allá por el año cincuenta y dos. Resulta que el
entonces presidente de la republica: Don Manuel Apolinario Odria en
circunstancias en que circulaba con dirección a palacio de gobierno
en su automóvil conducido por su chofer, quien decidió ingresar por
el Jr. Conde de Superunda en sentido contrario, pero al llegar a la
esquina con el Jr. Camaná este se dio con la extensa figura del cabo
Nonone, que sin más ni más le hizo el alto, a la vez que le
indicaba con sus largos brazos que asemejaban aquellas aspas de
molino, las mismas que ilustraban al Quijote de la Mancha, que
cambiara de dirección, a lo que el chofer descendió del vehículo
que dicho sea de paso estaba solo y sin comitiva y le dijo: ¡oiga!
es el presidente de la republica ¡ así que quítese del medio y
déjeme pasar. A tamaña grosería y desacato a la autoridad, Nonone
contestó: si es el presidente de la republica, debería de dar el
ejemplo y a lo que a mi respecta, por acá no ha de pasar, porque las
normas se han hecho para cumplirlas y ese es mi deber como policía.
Dicho esto, Don Manuel Odria, descendió del automóvil para
estrecharle la mano y felicitarlo. Desde aquel entonces, cada vez que
Don Manuel Odria pasaba por algún lugar en que se encontraba de
servicio el Cabo Nonone, bajaba de su vehiculo para estrecharle la
mano. Esto por increíble que parezca.
Esta es
una historia sacada de aquella Lima bañada en civismo y respeto, una
historia real que debería ser contada a los niños y jóvenes de hoy
para que sirva de ejemplo a seguir.
Lamentablemente
estas cosas son olvidadas y sepultadas por la falta de interés de
las autoridades en resaltar los valores y los buenos actos que una
vez no rigieron y que hoy se encuentran ausentes en los textos y
diccionarios.
Hombres
como este, son los que escriben la historia, de los que señalan el
camino, aquellos que se perennizan en el tiempo porque supieron
cumplir con su deber con la debida mesura que exigen; el civismo y la
decencia.
El Nombre
de Reinaldo Nonone Vivanco, debería ser tomado por las autoridades
como guía para las futuras generaciones y no olvidarlo como lo han
hecho en tan poco tiempo de haber dejado este mundo.
Para mi
modesto criterio, este soldado de la sociedad, debería ser objeto de
homenajes y ser tratado como un símbolo de honestidad, que estimule
a los nuevos policías a seguir su camino tratando de superarlo,
para enseñar con el ejemplo, un ejemplo ha de perennizarse en el
sentimiento popular. Hacer que nuestra policía aprenda a cambiar su
arma de fuego por: la vara de la ley, que no distingue clase social,
color o religión.
Para mi
modesto entender, el Congreso de la Republica debería de crear la
orden al merito policial en el grado de: EL CABO NONONE. No hay mejor
ejemplo del cumplimiento del deber y la inmaculada concepción de lo
que es honestidad y civismo que el.
Nonone
era quien que hizo verdadero uso de aquella frase que rezaba así: EL
HONOR ES SU DIVISA, Nonone si sabia divisar el honor.
Rescatamos
a este personaje, de entre los resquicios de una Lima señorial que
se caracterizaba por ser cuna de grandes personajes, que en todos sus
estratos sociales tenían mucho que aportar a la cultura y ala
sociedad que se desarrollaba en un clima de respeto en sana
convivencia con sus costumbres y su multicolor mosaico étnico,
emblema señero, que mostraba al mundo una riqueza de incalculable
valor histórico.
En
nuestros días se han trastocado los valores, que una vez fueron
nuestra carta de presentación ante el mundo, pero rescatando a estos
personajes y amándolos a través de la literatura, podremos
aprender a emular estos comportamientos, que nos pueden hacer renacer
como una sociedad culta, en donde la juventud pueda crecer y
desarrollarse en un clima de paz que estimule el arraigo y el amor
por su ciudad, sus costumbres, historia y así le pueda devolver la
belleza y el esplendor que un día tubo y perdió por el descuido de
las malas autoridades, que nunca se preocuparon por la educación y
por difundir los valores que son fundamentales para el desarrollo de
una civilización.
Que el Cabo Nonone, no
sea un simple recuerdo, si no que viva en el presente como ejemplo a
seguir, que sea el estimulo que tanta falta hace a nuestros jóvenes,
que pueda ser el hito de donde podamos comenzar a pensar diferente y
cambiemos lo malo por lo bueno. Amemos lo nuestro con la misma
intensidad que nos amamos.
Gloria y eterno
recuerdo a: “El Comandante Nonone”
¡¡¡Que maravilla!!!
ResponderEliminarMi padre también dirigía el tráfico y tanto él como sus compañeros daba gusto verles, como tú dices, moviendo los brazos cual aspas de molino.
Yo también le rindo mi homenaje a todos aquellos héroes de la circulación,de aquellos tiempos, especialmente al "Comandante Nanone" que ya te has encargado tu de hacerle justicia. Hallá donde esté...felicidades señor Nanone de una española que le admira a través de un limeño.
Y a ti mi querido Pluma y Data, un fuerte beso.
Quien mejor que tu para conocer el tema a fondo.Lo mas importante es: rescatar a estas personas que aportaron a la sociedad, cosas positivas, yendo mas alla de su trabajo.
ResponderEliminarGracias por aunarte a este justo homenaje, que por cierto; tambien lo hago extensivo a tu querido padre.
Gracias por todo gata, gracias por el beso que ha llegado un poco mojado. Parece que los ocedanos estaban un poco agitados.
Otro beso para ti y sin olvidar el abrazo que forma parte del atuendo.
Qué personaje, me ha encantado conocerle.
ResponderEliminarY llevas razón, su memoria y la de tantos otros que vivieron por y para lo justo no se debería perder con los años.
Un abrazo Pluma.
Cuanto mas presentes esten en nuestras vidas cotidianas, mas fuerte sera el compromiso civico de la poblacion con sus memorias.
ResponderEliminarElena: gracias por tu visita y por tu comentario.
Un beso y un abrazo.
Holaaaaaaa, fascinada con esta linda historia, en la Lima señorial de antaño. Me ha dado mucho gusto y emoción que la hayas compartido.
ResponderEliminarMi total admiración para éste gran cabo NONONE, estoy segura que desde donde esté, estará felíz por el bello homenaje que le haz rendido.
Por otro es triste, lo que vivimos actualmente en nuestra ciudad. El tráfico es uno de los problemas más graves de solucionar en la caótica LIMA. Los taxistas no respetan para nada al policía de tránsito... es algo terrible.
Mi esposo es mayor de la policía, ahora Comisario de Yurimaguas en el dpto. de Loreto, a su regreso le contaré con lujo de detalles, todo lo que hizo este gran policía.
Sé que ál igual que yo... terminará por admirarlo y resaltar su labor.
Te dejo un abrazo cálido y agradezco también tu visita paisano.
Hola Nuria:
ResponderEliminarLo triste del asunto es de que nadie se acuerda de el y la mayoria ni lo conoce.
Eso es simplemente: falta de civismo, mala educacion,falta de amor po la ciudad que te acoge y desprecio por el projimo.
Los peruanos somos tan torpes, que rendimos homenaje a Bolivar, un personaje nefasto en nuestra historia, un hombre que desmenbro nuestro territorio y nos dividio. Pero somos incapaces de rendirnos ante los heroes del dia a dia que nos dejan un ejemplo, para un modelo de vida.
El caos y la falta de respeto, es simplemente eso: falta de educacion y civismo.
Espero que tu esposo que es miembro de la Policia, conosca algo de Nonone, porque deberia ser una insignia a llevar y ademas; deberia de existior una condecoracion, con el nombre de este ejemplar policia.
Gracias por la visita y por el comentario.
Bienvenida siempre a tu casa.
Un abrazo
Carácter, honradez, porte, disciplina, honorable policía. Nonone, una historia que la ingratitud redujo a leyenda urbana. Hizo del honor su divisa, y tal como lo mencionas debería existir una condecoración que lleve el nombre de aquel “Gigante” de nuestra Policía Nacional, para que abrillante el pecho de los que eligieron como él, seguir por el camino de honrar el uniforme.
ResponderEliminarNo es un secreto que la corrupción, impunidad y desgano, acompañado de una mala paga, maltrato en salud y la indiferencia de los gobiernos de turno, quebraron la moral de nuestra policía. Pero aun así existen buenos elementos que merecen el reconocimiento de una sociedad que los necesita. Urge entonces ese galardón que lleve el nombre de este policía cinco estrellas, uno que distinga a los émulos de Nonone por su cumplimiento al deber e intachable conducta. Son pocos, pero son.
¡Saludos!
Juan Carlos:
ResponderEliminarGracias por tu visita y por tu comentario, que no hace mas que reflejar tu deseo interno de que: podemos ser mejores.
No me dejas mucho por decir, porque todo lo has dicho.
Un abarzo y bienvenido a este rincon.
Holaaaaaa, felíz de pasar de nuevo por aquí, para decirte que tienes un "Premio" en mi blog.
ResponderEliminarTe espero para recogerlo, espero te guste.
Agradecerte también por tu visita de hoy... eres siempre bienvenido.
Abrazotes!
Hola amigo Pluma y Data, un poco atrasado en las visitas, pero doy mi presente!. Me ha gustado el relato de Nanone, verdaderamente los valores se han ido perdiendo, hoy un policía el único respeto que conoce es el autoritarismo y si te descuidás un palazo en la cabeza.
ResponderEliminar(claro hay excepciones, son bichos raros que tratan de hacerlos a un lado, los más arriba mencionados)
Un gran abrazo.
Si ahora hay una gran diferencia, entre el policia de ayer y el de hoy.
ResponderEliminarAntes quizas heramos una sociedad homogenea y ahora somos: sociedades eterogeneas y anarquicas y eso nos hace que perdamos el norte y trastoquemos las cosas.
Un abrazo migo y no te procupes por el tiempo de tu ausencia que esta puerta siempre estara abierta para recibirte; a la hora que quieras y cuando quieras. Siemprfe con un abrazo y con lo que haya a mano para invitarte.
Recuerdo que el 1 de Noviembre el Cabo Nonone era indispensable para dirigir el transito en Maravillas por la afluencia de vehículos al cementerio dada la fecha, mucha gente iba a verlo al paso, tal era la expectativa que generaba su presencia durante su servicio.
ResponderEliminarFelicitaciones por el post. Muy bueno ¡¡¡¡
ResponderEliminarMuy bueno gracias x conpartirlo
ResponderEliminarFelicidades gran ser humano
ResponderEliminarTuvo familia el Cabo Nonone?
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